martes, 16 de mayo de 2017

Corriendo ( y cantando) voy






Hace un ratito, como muchas mañanas, he salido a correr. Lo hago regularmente (3-4 veces por semana) desde hace 21 meses. Como a muchas otras personas, a mí también me ha atrapado el running

Hice un primer intento de corredora a los tres meses, más o menos, de nacer mi segunda hija, Ariadna; es decir, en la primavera de hace seis años. Los primeros días que salí, no podía correr más de 3 minutos seguidos. Me era imposible. Así que, corría 3´, caminaba 3´, volvía a correr 3´ y volvía a caminar 3´....; regresaba a casa habiéndome movido entre 15 y 20 minutos...¡súper orgullosa!. Poco a poco, fuí aguantando un poquito más y, en pocas semanas me apunté a mi primera carrera: la Cursa de la Dona de Reus. La pude defender y me lancé a correr otra, también de 5 km, al mes siguiente. Lo pasé tan mal para acabarla (ya era junio y hacía muchísimo calor) que decidí no volver a hacer ninguna otra hasta que no me hubiera preparado muy, pero que muy a conciencia. Y ahí acabo mi primer intento de ser runner.

Casi seis años más tarde, concretamente el 12 de febrero de este año, estaba cruzando la meta de mi primera Media Maratón; concretamente, la de Barcelona. La hice en 2h 19´. Lenta, lo sé. Lenta, pero segura, sufriendo lo justo y disfrutando un montón.

Empecé de nuevo porque notaba que me sobraba una energía que debía canalizar, así que me lancé, nuevamente, al asfalto (que es por donde yo corro; tengo pendiente empezar a hacerlo por parajes más naturales) en agosto de 2015, bajo el sol mañanero del cabo de Gata, en Almería. De nuevo, empecé caminando y, rápidamente, fui capaz de correr intervalos más largos (15´-20´). En octubre de ese año me volví a animar a hacer carreras...¡y ya no he parado!. La última que corrí fue el domingo 7 de mayo: la "Cursa de Bombers de Barcelona" (mi 17ª). ¡Cómo la disfruté!. Fueron 10km  de recorrido por calles céntricas de una ciudad tan bonita como la capital catalana, un domingo tempranito por la mañana, con un sol precioso y una marea naranja (el color de la camiseta que nos daban a todos los participantes) acompañándome...; ¡maravilloso! ¡qué sensación de plenitud y alegría tan indescriptible!

Siempre que empiezo una carrera pienso lo mismo..."¡quién me lo iba a decir a mí, hace unos años, que iba a ser capaz de participar en este tipo de competiciones!" Pero es que, al final, como todo en la vida, ser capaz de hacer algo es una cuestión de motivación: si quieres, puedes (y, si no quieres, no puedes). La realidad es que yo nunca he sido deportista, aunque de pequeña fuí, durante un tiempo, a clases de gimnasia rítmica y natación. Y ya está. Ahora considero fundamental que los niños y los adolescentes practiquen algún deporte regularmente. De hecho, mi marido y yo hemos tenido muy claro que nuestros hijos, antes que cualquier otra actividad extraescolar, como un idioma o, incluso, como la música, queremos que hagan uno (los dos mayores juegan a hockey; la mediana, además, va a clases de gimnasia rítmica y de acrobacias de circo).

También a las familias de mis alumnos les intento transmitir la importancia de que sus hijos muevan su cuerpo: "Es muy importante, para tocar bien un instrumento", les digo. "¿A sí? Pues no lo sabíamos", suelen responderme (me he encontrado con padres que amenazaban a sus hijos con "desapuntarlos" de fútbol si no rendían en sus estudios musicales...¡error!!!; para mí, música y deporte son absolutamente complementarios). Y es que, para un músico instrumentista es fundamental tener su cuerpo "a punto", ya que, practicando, lo moviliza durante horas, en posiciones incómodas y, en ocasiones, poco ergonómicas (como la de los violinistas). 

De hecho, el deporte es fundamental...¡para la vida!. Desde que corro, estoy más contenta (¡gracias endorfinas!), me siento llena de energía, muy segura de mí misma, y he logrado llevar a cabo proyectos con los que antes solo soñaba y que no era capaz de materializar. Es como si correr me aportara una dosis extra de confianza y optimismo.

Sin duda...a mi vida, el running has come to stay. 

  

2 comentarios:

  1. Me n'alegro moltíssim! Ets una gran dona!

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  2. A mí me hicieron creer de pequeña que no me gustaba el deporte por lo mal que lo pasaba en gimnasia. Con la edad he visto que no es así en absoluto! No puedo correr, pero que nadie me quite mi natación y mi yoga.
    A correr!! :)
    Muas!

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