Cuando hace cuatro años
estaba embarazada de mi primer hijo, como muchas madres primerizas,
leí numerosos libros sobre temas relacionados con los bebés. Entre
otros, cayó en mis manos El Efecto Mozart para niños, escrito
por Don Campbell (editorial Urano). En éste leí por primera vez
sobre la importancia de la voz materna para el correcto desarrollo
intelectual, físico y afectivo de los recién nacidos.
El oído del bebé
intrauterino empieza a funcionar entre el 4º y el 5º mes de
gestación. Los primeros sonidos que percibe son los que provienen
del organismo en el cual se está desarrollando (sobre todo, el del
latido del corazón) y los de la voz de su madre.
Hasta que nazca, y
durante varias semanas más, la voz materna será el sonido más
importante y atractivo que oiga. Mediante su voz, la madre podrá
“conectar” con su hijo aún no nacido. Sin duda, ésta reforzará
el vínculo entre ambos. Además, durante su vida intrauterina, el
bebé estará atento a todos los aspectos del tono de voz y de la
entonación del habla de la madre, lo cual le llevará a “grabar”
su idioma materno y, en consecuencia, a preferirlo por encima de los
demás cuando nazca y a cimentar su aprendizaje.
La voz de la madre
gestante se vuelve aún más especial para su hijo cuando ésta le
canta. Según D. Campbell, cantar hace circular vibraciones
energéticas por los músculos y los huesos tanto de la madre como
del hijo, produciendo una sensación de masaje interno entre madre y
bebé. Esto proporcionará a ambos una sensación de tranquilidad y
bienestar que, por otro lado, es fundamental para el correcto
desarrollo del niño (en todos los sentidos) dentro del útero.
Muchas madres consideran
que su voz no es bonita o afinada y que, por tanto, no va a ser
positivo cantar a sus hijos. En realidad, no hace falta cantar
perfectamente. Lo más importante para un bebé es el contacto
amoroso con su madre, a todos los niveles . Para él, su madre es la
persona más especial del mundo y su voz (igual que su olor, que su
tacto, que su leche...), insuperable.
En el momento del
nacimiento, desde el primer momento que la madre tiene en brazos al
bebé, se siente, de manera totalmente espontánea y natural, el
deseo de cantarle. En este sentido, puedo explicar que al cabo de
un tiempo de nacer Héctor, mi hijo mayor, ví un vídeo que su padre
gravó unos minutos después de que yo diera a luz, mientras ambos estábamos “piel con piel”. Héctor lloraba desesperadamente y yo,
instintivamente, empecé a cantarle para que se tranquilizara; la
verdad es que no recordaba haberlo hecho (quien haya pasado por un
parto sabrá que, por la intensidad del momento, hay muchos detalles
que se olvidan...), pero me pareció muy bonito ver que los primeros
minutos de mi vida como madre los pasé cantando a mi hijo (¡ y ya
os expliqué lo bien que canta él ahora!).
Durante las primeras
semanas de un bebé, el canto de la madre es, quizá, aquello que más
le tranquiliza; sin duda, éste les hace recordar su paradisíaca
vida dentro del útero. Además, según investigaciones recientes, el
canto materno es, seguramente, la mejor iniciación musical que un
niño puede tener (podéis leer sobre esto en el libro ¿Se nace
musical? de Johannella Tafuri, de la editorial Graó). Parece ser que
los niños cuyas madres les han cantado tanto durante su periodo de
gestación como durante los primeros meses/años de vida, desarrollan
más y mejor su oído y su musicalidad y que, por tanto, tienen una mejor base tanto para cantar como para
tocar un instrumento.
De hecho, el canto
materno se ha utilizado, incluso, como una “herramienta”
terapéutica en el Método Tomatis, tal y como podéis leer aquí.
Para acabar esta entrada, quisiera
compartir con vosotr@s una cita de
Enrique Morente, que, en pocas palabras, resume lo comentado:
“El cante me viene de mi madre. Ella
no era cantaora, pero de su voz viene todo. De ahí procede”
Como siempre, una preciosa entrada que eriza la piel. Leí cositas como las que comentas sobre la potente conexión del bebé con su madre en el libro de Thomas Verny (La vida secreta del niño antes de nacer) y me encantó, incluso hablaba de gente que de repente mostraba habilidades musicales extraordinarias y resulta que estaban relacionadas con aprendizajes de la mamá mientras gestaba. Todo un mundo por descubrir.
ResponderEliminarUn besito.
Pues sí...todo un mundo por descubrir. En ese sentido, debo decir que yo no he podido apreciar que mis hijos reaccionen de manera especial a alguna canción o pieza que yo les cantara o tocara cuando estaba embarazada de ellos, pero sí que veo que la música les es muy natural...
EliminarUn abrazo!
Recuerdo haber leído muchísimo sobre eso durante mi embarazo y en la gran mayoría de los casos es cierto. Sin embargo, a mi hijo nunca le gustó demasiado que le canten (hasta llegué a pensar si cantaba yo demasiado mal), pero bueno, luego he visto que simplemente prefiere que le hable así que esos también vale, es la voz de mami lo que quiere ;)
ResponderEliminarComo siempre, me ha gustado mucho tu entrada. Por cierto, creo que hay algo para tí en mi blog ;)
http://yanethpoints.blogspot.com.es/2012/05/premio-dardos-y-premio-cinco-preguntas.html
Saludos
¡Gracias por el premio y por tu interés en el blog, Yaneth!
EliminarUn abrazo
Yo canto fatal, pero a mis niños les encanta escucharme.
ResponderEliminarEstoy segura de que, para tus niños, tu voz es maravillosa (¡y de que no cantas fatal!!!).
EliminarGracias por el comentario.
Un abrazo fuerte
A mi me gusta cantar (aunque no es una de mis mejores habilidades, ejem...) y Peque me suele pedir alguno de mis grandes hits. Esta semana estamos de canciones antológicas "Tengo una vaca lechera" y "Doce cascabeles" de Joselito, jajajaja! Preciosa entrada Laura. Muas!
ResponderEliminar¡Veo que te van "los clásicos"...je,je!!
EliminarMe alegro de que te haya gustado la entrada.
Un abrazo fuerte
A mi no se me da muy bien cantar, pero a mi peque casi siempre le canto cuando era más chiquitin porque le calmaba y ahora porque le divierte mucho. Preciosa y tierna entrada Laura. Besitos
ResponderEliminarGracias, Yasmín. Seguro que cantar se te dá mejor de lo que crees...
EliminarUn beso
Yo también le canto mucho al peque y eso le tranquiliza. Por la noche cuando se despierta o cuando esta mimoso o malito, le tarareo piezas clásicas mientras lo acuno y tienen en el un efecto sedante inmediato. No canto nada bien, pero me encanta hacerlo con el peque.
ResponderEliminarCantar ayuda mucho a que el niño se relaje y se duerma...¡te lo digo por experiencia!!!
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo, María.
En los dos embarazos escuché mucha música, ritmos tranquilos y después los hemos vuelto a escuchar y si es cierto que los niños dejan de hacer lo que estén haciendo en ese momento, se tranquilizan y se quedan escuchando.
ResponderEliminarUna entrada preciosa y como siempre con muchas cosas para aprender de ti.
Gracias por tu comentario, Estrellas.
EliminarEscuchar música durante el embarazo debería ser algo casi "obligatorio" porque es muy beneficioso, en todos los sentidos, tanto para la madre como para el bebé.
Un beso
Qué interesante!!! Ahora que lo dices, mi madre me cantaba mucho de pequeña y, hoy por hoy, yo adoro cantar también. Un besote.
ResponderEliminarCantar es una actividad fantástica...; me alegro de que la disfrutes.
EliminarMuchas gracias por el comentario.
Un abrazo fuerte!!
Interesantísimo hilo, Laura. la verdad es que había oído hablar de poner música y hablar con tu bebé no nato pra estimularle etc pero no sabía si realmente funcionaba.
ResponderEliminarUn besito
Gracias, Marta. Me alegro de que te haya parecido interesante. Sí, últimamente se escribe (y se investiga) mucho sobre el tema; en este sentido, te recomiendo el libro de Don Campbell.
EliminarUn beso
mi pobre Yumbrel adora que le cante!! se sienta y me mira y mueve las manitas para que yo le cante!!! para que se duerma le canto algo de los Beatles o de rock nacional y se relaja y para jugar cantamos todo tipo de canciones infantiles, en especial de maría elena walsh...lo bueno es ver que se trata de una influencia positiva y no de un trauma a futuro!!!! hermosa, hermosa entrada, que tema tan lindo, como siempre ¡gracias por compartir estas cosas!
ResponderEliminar¡Qué tierna, Yumbrel! Seguro que, dentro de unos mesecitos, es ella quien te canta a tí...
EliminarGracias por el comentario, Emi.
Un abrazo
Tienes mucha mucha razón. Además los que no hemos sido agraciados con el don de la música todavia lo necesitamos más, daria lo que fuera por saber cantar ni que fuera un poquito, ya que incluso cantando mal me encanta hacerlo y sobretodo con David.
ResponderEliminarGracias por compartir tu don !
besitos
Gracias a tí por el comentario y por visitar el blog.
EliminarUn abrazo fuerte
que entrada más bonita, me ha conmovido mucho leerla! La de cosas que se aprenden leyéndote Laura, felicidades! yo tampoco canto nada bien, pero sé que mi bebé escuchará la buena voz de su papi músico que sí que tiene ese don... :) Las palabras del genio Morente increíbles... Un besito
ResponderEliminarMe alegro de que hayas disfrutado la entrada. A mí también me encantaron las palabras de Enrique Morente.
EliminarGracias por tu comentario, Alylu.
Un beso
Yo canto la mar de malamente, pero parece que al peque no le importa en absoluto, así que ¡a cantar se ha dicho!
ResponderEliminarTe he dejado un premio en mi blog, puedes recogerlo cuando quieras, si quieres.
http://www.lagallinapintadita.com/2012/05/nuestro-octavo-premio-blog-original.html
Un beso
Gracias por el premio; ¡me hace mucha ilusión!.
EliminarMuchas gracias por visitar el blog.
Un abrazo
Muy buen post. Felicidades, comparto con todos una anécota de mi sobrina que cumplirá un año en una semana. Su tío Agustín le ha reglado varias canciones. La primera es una nana que su madre, su abuela y todos en la familia amprendieron. Todos la cantaban cuando la niña iba a dormir. Después de dos meses la niña identificaba esa canción con el momento de dormir hasta tal punto que si la cantabas cuando quería jugar se enfadaba. Esa nana personalizada, en la que aparecía su nombre ha sido una bendición para todos.
ResponderEliminarEl tio Agustín también le ha escrito varias canciones para los juegos, para aprender las vocales y se lo pasa pipa!!!
Un abrazo
Isabel
PD: Si alguien quiere su nana personalizada que lo diga!!
¡Qué bonita la anécdota de la canción para tu sobrina! ¡Qué tío tan original...!; ¡me ha encantado!!!.
EliminarMuchas gracias por tu comentario y por pasarte por aquí, Isabel.
Un abrazo fuerte